La iguana es un reptil llamativo y majestuoso que no pasa desapercibido. Su aspecto exótico y su carácter tranquilo hacen que cada vez más personas se interesen por tener una en casa. Pero antes, es importante saber que no es una mascota cualquiera: las iguanas son longevas, pueden vivir más de 15 años, y necesitan un entorno particular para garantizar su salud.

Tener una iguana es una experiencia, pero también un compromiso. Su tamaño, su dieta estrictamente herbívora y las condiciones de temperatura y humedad que requiere hacen que no sea un animal para improvisar. En esta guía encontrarás toda la información para valorar si la iguana es la mascota adecuada para ti.

Características de la iguana

La iguana llama la atención por su aspecto, tamaño y comportamiento.

De jóvenes parecen pequeñas y dóciles, pero con el tiempo alcanzan entre 1,2 y 2 metros de longitud, contando la cola. Este crecimiento sorprende a muchos cuidadores y es uno de los motivos por los que necesitan un terrario amplio desde etapas tempranas.

En cuanto a su carácter, suelen ser tranquilas y curiosas, aunque también pueden mostrarse territoriales si se sienten invadidas o estresadas. No son animales para jugar o manipular de forma constante, sino para observar e interactuar con calma.

Con los cuidados adecuados, una iguana puede vivir entre 15 y 20 años, lo que convierte en una decisión a largo plazo.

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El terrario ideal para una iguana

La iguana necesita un terrario amplio desde que es joven, porque crecerá rápido y alcanzará un tamaño considerable. Un espacio demasiado pequeño puede causar desde estrés, hasta problemas de salud.

  • Dimensiones: Para una cría, lo recomendable es un terrario de al menos 90 x 45 x 90 cm. En adultos, lo ideal es llegar a estructuras de 2 x 2 x 1,5 m o incluso más, ya que pasan la mayor parte de su vida dentro.
  • Materiales: El cristal o el PVC son fáciles de limpiar y mantienen bien la temperatura y la humedad. Es importante que tenga buena ventilación, con rejillas que permitan la circulación del aire.
  • Zonas de trepa: A las iguanas les encanta escalar. Coloca ramas resistentes, estantes o plataformas que aguanten su peso y les permitan moverse en altura.
  • Espacios diferenciados: Debe haber una zona cálida donde tomar el sol bajo la lámpara, otra más fresca para regular la temperatura, y escondites donde pueda sentirse segura.

Un terrario bien diseñado cubre sus necesidades básicas y ayuda a que tu iguana esté activa, tranquila y se desarrolle correctamente.

Temperatura, luz y humedad

Las iguanas son reptiles de clima tropical y necesitan que su terrario reproduzca esas condiciones lo mejor posible. Controlar la temperatura, la luz y la humedad es fundamental para que crezcan sanas y evites problemas de salud.

  • Gradiente térmico: Durante el día, el terrario debe tener un punto caliente de unos 32–35 °C, donde tu iguana pueda tomar el sol, y una zona más fresca que ronde los 26–28 °C. Por la noche la temperatura puede bajar, pero nunca por debajo de los 22–24 °C.
  • Iluminación UVB: Es imprescindible una lámpara UVB para que sintetice vitamina D3 y pueda absorber el calcio. Sin esta luz, aparecen problemas óseos graves como la enfermedad metabólica ósea. Mantén las bombillas a la distancia adecuada y cámbialas cada 6–12 meses, aunque sigan encendiendo. Además, respeta un fotoperiodo de 10 a 12 horas de luz al día.
  • Humedad: La humedad ambiental debe mantenerse entre 60 y 70 %. Puedes conseguirlo pulverizando agua varias veces al día, colocando un recipiente grande con agua dentro del terrario o usando sistemas de niebla o lluvia artificial.

Revisar a diario con termómetro e higrómetro te permitirá asegurarte de que todo está dentro de los parámetros y tu iguana vive en un entorno estable.

Alimentación de la iguana

La iguana es estrictamente herbívora, lo que significa que su dieta debe basarse en verduras y hojas frescas. Una buena alimentación es importante para su crecimiento, su energía y, sobre todo, para evitar problemas óseos y digestivos.

  • Verduras y hojas: Lo ideal es que la base de su dieta sean hojas verdes como acelga, canónigos, rúcula, diente de león, endivia o escarola. También puedes añadir calabacín, judías verdes, pimiento o calabaza.
  • Frutas: Solo en pequeñas cantidades y como premio ocasional. Opta por manzana, papaya, melón o fresas, siempre troceadas y sin pepitas.
  • Alimentos prohibidos: Evita el aguacate, la cebolla, el ajo, las espinacas en exceso y cualquier alimento procesado. Nunca deben comer proteína animal, ni pienso para otras mascotas.
  • Frecuencia de alimentación: La alimentación varía según la edad. Cuando son juveniles, las iguanas necesitan comer a diario, en pequeñas raciones variadas que les aporten energía para crecer correctamente. En la etapa adulta, en cambio, basta con alimentarlas día sí y día no, con raciones más abundantes de hojas frescas para mantener un buen estado físico.

  • Suplementos: Es recomendable espolvorear la comida con calciovitaminas 2–3 veces por semana. Esto ayuda a prevenir carencias y mantener sus huesos fuertes.

Un consejo, coloca la comida en comederos estables y poco profundos para que puedan acceder fácilmente sin volcarlos.

Higiene y mantenimiento del terrario

Mantener el terrario limpio y en buen estado es fundamental para que tu iguana crezca sana y sin problemas de salud. No requiere mucho tiempo, pero sí constancia.

  • Limpieza diaria: Retira restos de comida, excrementos y hojas secas. Cambia el agua a diario y enjuaga bien el bebedero.
  • Limpieza semanal: Lava las superficies, troncos y refugios con agua templada y un desinfectante apto para reptiles. Revisa el sustrato y sustitúyelo si está húmedo o con mal olor.
  • Agua: Las iguanas necesitan hidratarse y, además, aprovechan el agua para bañarse. Asegúrate de que siempre tengan un recipiente amplio y limpio.
  • Equipo de calor y luz: Comprueba que las lámparas y termostatos funcionan correctamente. El calor, la iluminación UVB y la humedad dependen de estos aparatos, por lo que su buen estado influye en la salud del reptil.

Con estas rutinas, el terrario se mantendrá en condiciones adecuadas y tu iguana disfrutará de un espacio perfecto para su salud.

Salud y cuidados veterinarios

Aunque la iguana es un reptil fuerte, necesita revisiones periódicas en clínicas especializadas en animales exóticos. Una visita anual al veterinario permitirá comprobar su crecimiento, alimentación y estado general.

Entre los problemas más habituales están:

  • Enfermedad metabólica ósea, causada por falta de calcio o iluminación UVB inadecuada.
  • Parásitos internos o externos, que pueden provocar diarreas, pérdida de peso o apatía.
  • Quemaduras, cuando la fuente de calor está demasiado cerca o mal regulada.
  • Deficiencias nutricionales, comunes si su dieta no es variada y equilibrada.

Debes estar atento a señales como pérdida de apetito, delgadez, heridas en la piel, cambios de color, letargo, dificultad para moverse o problemas respiratorios. Ante cualquiera de estos síntomas, lo mejor es acudir cuanto antes al veterinario.

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Comportamiento y cómo relacionarte con tu iguana

Las iguanas son reptiles de observación, más que de interacción constante. No son mascotas para jugar, pero con calma y respeto puedes crear una buena relación con ellas.

Al principio es normal que se muestren desconfiadas. Lo mejor es darles tiempo para acostumbrarse a tu presencia, hablándoles en voz tranquila y acercándote sin movimientos bruscos. Evita forzar el contacto, si intentas cogerla sin que esté preparada, puede estresarse o reaccionar de forma defensiva.

Cuando empieces a manipularla, hazlo siempre con cuidado, sujetando el cuerpo y dejando que su cola quede libre, ya que es muy sensible. Lo ideal es realizar sesiones cortas y frecuentes, hasta que entienda que no representas una amenaza.

Cada iguana tiene su carácter, algunas son más tranquilas y curiosas, mientras que otras prefieren observar desde la distancia. Respetar su ritmo es importante para que tu iguana se sienta segura y tranquila en casa.

Iguana, una mascota exótica

Tener una iguana es toda una experiencia, su aspecto imponente y su carácter tranquilo la convierten en una mascota fascinante, pero también exige compromiso y constancia. Necesita un entorno controlado, terrario amplio, luz, calor, humedad y una dieta adecuada.

Si cubres todas sus necesidades y respetas su naturaleza, la iguana puede acompañarte durante muchos años.

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