¿Por qué los gatos necesitan un rascador?

Tener un rascador no es un capricho, es una necesidad básica para cualquier gato. Rascar no solo les permite estirar el cuerpo o liberar tensión, también les ayuda a afilar sus uñas y a dejar su olor a través de las almohadillas.

Si no tienen un lugar donde hacerlo, lo harán donde puedan, en el sofá, las cortinas o ese mueble que tanto te gusta. No lo hacen por fastidiar, lo hacen porque lo necesitan.

Un rascador le anima a realizar ese instinto natural y evita daños en casa. Además, les ofrece ejercicio y estimulación en su rutina diaria.

Tipos de rascadores para gatos: ¿Cuál elegir?

No todos los rascadores son iguales. Elegir el modelo adecuado depende del espacio que tengas en casa, del carácter de tu gato y de cómo le guste rascar.

Los rascadores verticales son los más comunes. A muchos gatos les encanta estirarse hacia arriba al rascar, así que este tipo es ideal si disfrutan trepando o marcando en alto.

Si tu gato prefiere rascar el suelo, puedes optar por rascadores horizontales o de tipo alfombra, perfectos para colocar en zonas de paso o junto a su camita.

Los rascadores tipo torre o árbol son una opción más completa. Combinan superficies para rascar con plataformas para descansar o esconderse. Son perfectos si tienes más de un gato o quieres ofrecerle un espacio de juego más completo.

También existen modelos esquineros para proteger zonas concretas, rascadores con base, de cartón reciclado, o con cuerda de sisal, uno de los materiales que más les gusta por su textura.

Cada gato tiene sus preferencias, y muchas veces acertar es cuestión de probar. En nuestra tienda online puedes explorar todos los tipos de rascadores para gatos y encontrar el más adecuado para tu peludo, según su forma de jugar, su tamaño y tu espacio.

esterilización-y-castracion-canina-camapaña-veterinaria

Cómo saber qué rascador necesita tu gato

No todos los gatos son iguales, y lo ideal es elegir un rascador que se adapte a su forma de ser. Hay determinados comportamientos que nos dan pistas muy claras… solo hay que observarlos un poco.

Si tu gato es joven, muy activo, de los que no paran quietos y les encanta trepar, lo mejor es un rascador tipo torre o árbol. Le ofrecerá diferentes alturas y zonas para escalar, así que podrá entretenerse, rascar y ejercitarse al mismo tiempo.

Si ya es adulto o tiene un tamaño considerable, mejor optar por un modelo robusto, con buena base y postes altos. Así podrá estirarse por completo y moverse con seguridad sin que el rascador se tambalee.

Si tu gato ya peina canas, tiene movilidad reducida o es más bien tranquilo, lo ideal es un rascador horizontal o uno con acceso fácil. También hay opciones compactas, perfectas para casas pequeñas o peluditos más calmados.

¿Tienes más de un gato? Entonces necesitarás un rascador con varias zonas para que cada uno tenga su espacio. Y si es la primera vez que va a usar uno, empieza por un modelo sencillo y colócalo donde ya suele rascar.

Cuanto más se adapte el rascador a su estilo de vida, más fácil será que lo use… y menos probabilidades habrá de que vuelva a fijarse en tus muebles.

Qué tener en cuenta antes de comprar un rascador

Elegir un rascador para nuestro gato no solo depende de las formas y colores, hay algunos detalles que deberemos tener en cuenta y que nos ayudarán a decantarnos por un modelo u otro.

El tamaño. Asegúrate de que el rascador sea proporcional a tu gato. Si es grande, necesitará postes altos donde pueda estirarse por completo. Si es pequeño o mayor, uno bajito o tipo alfombra puede ser más cómodo para él.

La estabilidad. Un rascador que se tambalea no sirve de mucho, además, lo más seguro es que asuste a tu gato y lo evite. Te recomendamos escoger modelos sólidos o que presenten una gran estabilidad, la clave es que tengan una buena base.

Materiales. Los más comunes son el sisal, el cartón prensado o la madera. El sisal suele ser el más resistente y duradero, aunque los gatos disfrutan con todos ellos y no hacen distinciones para rascar y jugar.

¿Dónde vas a colocarlo? Lo ideal es situarlo en una zona donde tu gato pase tiempo o donde ya haya intentado rascar. Si lo escondes en una esquina o rincón olvidado, probablemente tu gato no le preste mucha atención.

Mantenimiento. Algunos rascadores cuentan con recambios, mientras que otros basta con que seas un poco apañado y puedas renovarlos tú mismo. Es importante valorar la facilidad de limpieza, en algunos modelos basta con pasarle un cepillo o aspiradora.

Presupuesto. Un buen rascador puede durar años y evitarte más de un disgusto con los muebles, pero siempre recomendamos valorar que se ajuste a tu presupuesto y necesidades.

Consejos para que tu gato use el rascador desde el primer día

Comprar un rascador es solo el primer paso. Lo siguiente es conseguir que tu gato le haga caso y no siga prefiriendo el sofá y los muebles de siempre.

Empieza colocándolo en una zona estratégica, donde ya hayas visto que le gusta rascar o donde suele pasar más tiempo. Si lo pones en una esquina olvidada o detrás de una puerta, lo más probable es que lo ignore.

Puedes animarlo con un poco de catnip, su juguete favorito o incluso jugando tú cerca. Algunos gatos se lanzan al primer segundo, otros lo miran como si no fuera con ellos. Todo es cuestión de tiempo… y un poco de persuasión.

¿Sigue prefiriendo el sofá? No lo riñas ni levantes la voz. Enséñale con calma, prémialo cuando use el rascador y ten paciencia. A veces solo hace falta cambiarlo de sitio o probar con otro tipo que le resulte más cómodo o divertido.

Con un poco de observación y algún truco, conseguirás que vea el rascador como lo que es, su espacio para estirarse, marcar territorio y afilar garras… sin hacernos enfadar y dañar los muebles.

¿Cuándo cambiar el rascador por uno nuevo?

Los rascadores no duran para siempre. Y aunque tu gato sea un fanático de su árbol de cuerda, hay un momento en el que toca renovarlo.

Si ves que la cuerda de sisal está suelta, el cartón está hecho trizas o la base empieza a tambalearse, es hora de jubilarlo. Un rascador inestable no solo pierde utilidad, también puede asustar a tu gato o incluso provocarle una caída.

Otro signo claro, si tu peludo deja de usarlo o lo evita, quizá ya no le resulta cómodo o simplemente ha perdido interés. A veces solo necesitan un modelo diferente que les estimule más.

Piensa que un buen rascador les sirve para afilar las uñas, también le da seguridad, entretenimiento y le ayuda a liberar energía. Si ya no cumple con esa función, es momento de buscar un recambio.

El rascador ideal existe… solo tienes que encontrar el suyo

Cada gato tiene su forma de ser, y elegir un rascador es importante para que esté más feliz, activo y mantener a salvo tus muebles. Ya sea un rascador tipo torre, plano, esquinero o con varias alturas, lo importante es que se adapte a sus gustos y a tu hogar.

En nuestra tienda online encontrarás una gran variedad de rascadores para gatos, desde modelos compactos hasta auténticos parques de juegos felinos. Y si tienes dudas, puedes consultarnos o venir con tu peludo a una de nuestras tiendas de animales para ver cuál le hace más ilusión.

Porque cuidar de tu gato también es darle espacios donde pueda ser él mismo.

senior-pack-revisión-veterinaria

Otros artículos de blog

Comentarios (0)

No hay comentarios en este momento