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¿Es buena idea llevar a tu perro a la playa?
Ir a la playa con tu perro puede ser una experiencia genial, pero no todos los peludos disfrutan igual de este plan. Algunos perros disfrutan muchísimo del agua y la arena, mientras que otros pueden sentirse incómodos con el calor, el bullicio o el entorno. Antes de preparar la toalla y la sombrilla, es importante valorar si tu perro está listo para este tipo de aventura.
La edad, la raza, el carácter y su estado de salud son factores que debemos tener en cuenta. Por ejemplo, los perros muy mayores, con problemas de movilidad o de corazón, pueden pasarlo mal en ambientes calurosos. También los cachorros o razas braquicéfalas (como los carlinos o bulldogs) requieren más atención y vigilancia.
Además, es importante tener en cuenta si es la primera vez que va a la playa. Si tu peludo no está acostumbrado al agua, los ruidos o la interacción con otros perros, lo mejor es empezar poco a poco, en playas tranquilas y a horas de menor afluencia.
Consejo Koala: observa el lenguaje corporal de tu perro. Si se muestra relajado, curioso y activo, es buena señal. Si por el contrario parece estresado, jadea en exceso o intenta volver al coche, puede que no sea su plan ideal.
¿Se puede ir a la playa con tu perro? Normativa y sentido común
Antes de lanzarte a la aventura playera con tu perro, hay algo fundamental que debes tener claro, no todas las playas permiten perros durante todo el año. Algunas solo los permiten fuera de temporada alta, otras tienen horarios concretos y unas pocas están habilitadas de forma permanente.
Por eso, lo primero es comprobar si la playa a la que quieres ir acepta perros. En Canarias, por suerte, hay varias playas y charcos donde tu peludo puede disfrutar del mar. Eso sí, siempre respetando unas normas básicas de convivencia:
- Llévalo con correa si es obligatorio o si hay mucha gente.
- Recoge siempre sus necesidades y limpia si deja algún “accidente” inesperado.
- No dejes que moleste a otros bañistas o perros, especialmente si no está acostumbrado a socializar.
- Controla el volumen si llevas juguetes sonoros o si tu perro ladra mucho al jugar.
- Vigila que no excave agujeros peligrosos ni destruya zonas protegidas, como dunas o vegetación costera.
Consejo Koala: Consulta nuestro artículo con las mejores playas para perros en Canarias, donde encontrarás ubicaciones, mapas y recomendaciones actualizadas.
¿Qué debes llevar si vas a la playa con tu perro?
Preparar la mochila para ir a la playa con tu peludo no es tan distinto de prepararla para ti, necesita protección, hidratación, descanso y diversión. Llevar los accesorios adecuados puede marcar la diferencia entre un plan genial y uno lleno de imprevistos. Aquí te enumeramos los qué no pueden faltar si vas a disfrutar del mar con tu perro.
- Agua fresca y bebedero portátil: El calor y el ejercicio aumentan su necesidad de hidratación. Lleva agua suficiente y un bebedero cómodo para tu perro.
- Protección solar para perros: Algunas zonas como la trufa, las orejas o el abdomen están más expuestas al sol. Usa protectores solares aptos para animales.
- Sombrilla o zona de sombra: Es importante ofrecerle un lugar donde descansar que esté protegido del sol.
- Toalla o esterilla: Una toalla permite secarlo después de un baño, además de garantizar un sitio cómodo y fresco donde tumbarse.
- Chaleco salvavidas: Aunque sepa nadar, un chaleco aumenta su seguridad, especialmente si hay oleaje, no es muy buen nadador o simplemente para identificarlo de manera más sencilla.
- Juguetes acuáticos: Llevar juguetes que floten o sean impermeables como pelotas, freesbes y similares hacen más entretenidos los días de playa. Ten en cuenta que puede haber otros perros en la playa, así que asegúrate antes de que no vaya a ser fuente de conflicto con otros peluditos.
- Snacks o comida ligera: Si piensas pasar varias horas, lo mejor es llevar algo de comida, ya sea un poco de pienso o snacks. Ten en cuenta si vas a pasar tu día en una playa de rocas, un charco o de arena, ya que dependiendo del terreno es mejor llevar un tipo u otro de alimento. Evita llevar comida que pueda ponerse mal con el calor o trata de que esté lo más fresca posible en nevera o a la sombra. Tampoco dejes que tu mascota coma en exceso para evitar posibles cortes de digestión.
- Bolsas higiénicas: Como en cualquier paseo, mantener la playa limpia es responsabilidad de todos, lleva bolsitas suficientes para tu día de playa y no olvides de mantener vigilada a tu perro, nadie quiere encontrarse una sorpresa desagradable en la playa.
- Piscina portátil (opcional): Para perros que no se sienten cómodos en el mar o playas con difícil acceso o fuertes corrientes puede ser una buena opción llevar una pequeña piscina que permita refrescar tu peludo de manera segura.
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Cómo proteger a tu perro del sol y del calor en la playa
El calor puede convertirse en un problema de salud para tu perro si no se toman algunas precauciones. Evita las horas centrales del día, busca zonas con sombra y observa su comportamiento en todo momento. Si jadea en exceso, está apático o busca esconderse, es señal de que necesita un descanso o refrescarse cuanto antes.
Los perros no transpiran como nosotros, por lo que un golpe de calor puede aparecer rápidamente. Ofrécele agua fresca de forma constante y asegúrate de que pueda mojarse o tumbarse sobre una superficie fresca. Si ves que no mejora o aparecen síntomas como temblores, vómitos o encías muy rojas, acude al veterinario de inmediato.
Siguiendo con estas recomendaciones y cuidados básicos, tu peludo puede disfrutar de un día de playa sin riesgos.
¿Tu perro puede bañarse en el mar?
Muchos perros disfrutan nadando en el mar, pero no todos lo llevan igual de bien. Algunos se lanzan al agua sin pensarlo dos veces, mientras que otros prefieren mantenerse en la orilla. Lo más importante es no forzarlo: si es su primera vez, deja que explore a su ritmo y siempre bajo tu supervisión.
Antes de que entre al agua, asegúrate de que la zona sea segura: sin corrientes fuertes, sin rocas peligrosas y lejos de embarcaciones. Si no sabes cómo reaccionará, empieza por zonas poco profundas y con olas suaves.
Después del baño, enjuágalo con agua dulce para eliminar la sal, que puede resecar su piel y dañar el pelaje. Sécalo bien, especialmente las orejas, para evitar infecciones.
Y recuerda, incluso aunque sea un buen nadador, un chaleco salvavidas siempre aporta seguridad extra, sobre todo si hay oleaje o si vas a estar en el agua un buen rato.
Al volver de la playa: cuidados importantes
Después de un día en la playa, tu perro necesita un rato de cuidados para volver a casa limpio, cómodo y sin molestias. La sal, la arena o la exposición al sol pueden afectarle más de lo que parece, así que es buena idea seguir estos pasos:
- Dale un buen enjuague con agua tibia. Así eliminas la sal y la arena que pueden irritar la piel. Usa un champú suave si lo ves necesario, sobre todo si se ha bañado en el mar.
- Sécalo bien, sobre todo las orejas y entre los dedos. La humedad en esas zonas puede causar problemas si no se elimina del todo.
- Revisa sus ojos y oídos. Asegúrate de que no tenga restos de arena o signos de irritación.
- Ofrécele agua y déjalo descansar. Tras tanta actividad y calor, lo mejor es que beba tranquilo y pueda echarse una siesta.
- Obsérvalo durante el resto del día. Si notas que está raro, con vómitos, diarrea o muy apático, puede haber tragado agua salada o estar algo deshidratado. En esos casos, lo mejor es consultarlo con el veterinario.
Si vives en Canarias, lo tienes más fácil
Vivir en Canarias es una suerte también para quienes compartimos la vida con un peludo. El clima acompaña casi todo el año y hay cada vez más playas y charcos donde los perros son bienvenidos. Eso hace que disfrutar del mar con tu perro sea un plan mucho más accesible y natural.
Aun así, no está de más recordar algunos básicos, consulta antes si la playa permite perros, evita las horas de más calor y empieza por salidas cortas para ver cómo se siente tu peludo en este entorno. A veces con lo esencial basta para disfrutar sin complicaciones, y si luego ves que le encanta, siempre puedes añadir nuevos accesorios que hagan la experiencia aún más divertida y cómoda.
Lo importante, como siempre, es adaptarse a sus ritmos y necesidades. Porque no se trata solo de ir a la playa, sino de hacerlo juntos, con calma y disfrutando del momento.
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